Esa pregunta no es más que el disparador para el ejercicio especulativo que nos proponemos, y no tiene miras de plantear un cuestionamiento hacia el pasado histórico de nuestra iglesia. Reconocemos el llamamiento divino del profeta José Smith y la mano de Dios en la restauración del evangelio y organización de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a principios del siglo XIX en los Estados Unidos de Norteamérica. Hace un tiempo un amigo me preguntó con escepticismo: ¿Por qué la iglesia tiene su origen en los Estados Unidos y no en otro país, como Uruguay por ejemplo? Si bien eso podría tener varias respuestas, preferimos preguntarnos: ¿En qué condiciones se encontraba nuestro país en 1830 y los años siguientes? ¿Hubiera sido viable la restauración del evangelio en Uruguay a principios del siglo XIX? ¿Las consecuencias para un profeta hubieran sido las mismas aquí que las que sufrieron José y Hyrum Smith? Sin dudas podemos especular sobre sus respuestas. Lo que inten
"Que el ejemplo de los pioneros sea una luz que guíe vuestras vidas por siempre jamás.” Lyman S. Shreeve