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Recogimiento, Migración e Historia Familiar

Basado en devocional presentado por Santiago Carbajal en evento especial "Uniendo Familias" organizado por la Estaca Cerro, Montevideo, el 1° de setiembre de 2018.

El recogimiento de Israel

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días declara en su décimo Artículo de Fe creer "en la congregación literal del pueblo de Israel y en la restauración de las Diez Tribus..." antes de la segunda venida de Cristo.
Por la congregación o recogimiento de Israel entendemos que el antiguo pueblo del convenio, conformado por las Doce Tribus de Israel, será  nuevamente reunido en torno a las bendiciones del evangelio, como le fuera prometido a sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob (nombrado Israel).
Israel tiene que ser congregado en torno al evangelio y sus ordenanzas debido a que fue literalmente esparcido entre todas las naciones de la tierra, y perdió la plenitud del evangelio, el sacerdocio y las ordenanzas salvadoras. 

De acuerdo al plan de Dios, el esparcimiento de Israel permitió que los descendientes del convenio se mezclaran entre todas las naciones y pueblos de la Tierra, habilitando a todos los hijos de Dios a ingresar la familia del convenio y ser contados como herederos de las promesas. Todos los hijos de Dios, vivos o muertos, tienen la posibilidad de ser herederos del convenio y las bendiciones de Cristo.

El Señor congrega a Israel y a Sus hijos mediante la predicación del evangelio en todo el mundo, y cuando ellos lo aceptan y guardan Sus mandamientos, independientemente del lugar en que vivan, su raza u origen.


El recogimiento en la última Dispensación

A partir de la restauración del evangelio en 1830 se han realizado  enormes esfuerzos y sacrificios a fin de predicarlo en todo el mundo, y de esa forma participar del recogimiento del Israel disperso. 

En el siglo XIX se envió misioneros a varias partes del globo con la intención de encontrar a los descendientes de las tribus de Israel. Luego del éxito misional por el este de los Estados Unidos, y parte de Canadá, se dirigió la mirada a los países de Europa, principalmente a las Islas Británicas y países escandinavos, donde también se cosechó conversos en abundancia. La mayoría de los conversos europeos participaron del movimiento de emigración hacia los sitios de recogimiento de la Iglesia en los Estados Unidos a través de lo que se denominó Fondo Perpetuo para la Emigración. 

Algunos autores señalan que a la par del mencionado éxito misional en los países anglosajones, en círculos cristianos se elaboró  la idea de que un gran porcentaje de descendientes del pueblo de Israel disperso se hallaba en las Islas Británicas. Es decir, que en tales países se concentraba gran porcentaje de la "sangre de Israel". Esa teoría de origen protestante se denominó "anglo-israelismo", y algunos miembros de nuestra Iglesia fueron influidos por ella.  Por la misma, se explicaba el éxito de la actividad misional en las Islas Británicas y países escandinavos del norte de Europa, en la "sangre creyente" de sus habitantes, a diferencia de habitantes de otras regiones de Europa y el mundo que no eran receptivos por carecer de "sangre de Israel" en sus venas.

En contraste, como en las misiones de los países del mediterráneo y sur de Europa no se logró el éxito misional esperado, al tiempo las misiones fueron suspendidas. También resultó un fracaso la expedición misional a Chile, el primer país sudamericano en recibir a misioneros que encabezó el gran Apóstol misionero Parley P. Pratt.

Por motivo de estos resultados, se engendró en el seno de algunos miembros de los Estados Unidos, por cierto tiempo, el prejuicio o escepticismo hacia la disposición de los habitantes de países de origen latino (europeo o americano) a recibir el mensaje de la restauración.

En el caso de México es un poco distinto. Allí se alternó períodos de cosecha y sequía, no obstante, la cercanía geográfica con la sede de la Iglesia, así como el establecimiento de colonias mormonas de un lado y otro de la frontera con los Estados Unidos, permitieron que el vínculo nunca se perdiera del todo o que las relaciones misionales se retomaran con mayor facilidad. El legado de los misioneros que obraron en México es heroico y fascinante.


Migración y recogimiento en Sudamérica

A principios del siglo XX los esfuerzos misionales en Sudamérica (partes de Argentina y Brasil) fueron dirigidos a inmigrantes europeos, mientras se buscaba oportunidad de alcanzar a los criollos (también descendientes de europeos). Sin embargo, como se observa en los registros misionales y es postulado por el Libro de Mormón, la principal intención siempre fue llegar a los descendientes de los lamanitas, los indígenas americanos. Desde mediados del siglo XX y con gran énfasis hacia finales de 1970, se amplió la red de predicación a todos los habitantes del continente sin distinción de ninguna clase.

Fue en el año 1925 que la Iglesia volvió el corazón hacia Sudamérica. El impulso lo dieron conversos alemanes que habían migrado a Argentina en 1923, y dado que la Iglesia aún no se había establecido en el continente, con gran celo misional organizaron un grupo para predicar y adorar de acuerdo a los preceptos del evangelio restaurado. Dos de estos miembros fueron Emil Hoppe y Wilhelm Friedricks. Ambos eran poseedores del sacerdocio Aarónico, y escribieron cartas a Salt Lake City solicitando misioneros autorizados para organizar una Rama de la Iglesia en Argentina, para el pequeño grupo de conversos y amigos alemanes radicados allí. 

En 1925 la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce decidieron enviar misioneros a Argentina con el propósito de inaugurar la misión sudamericana. Los misioneros apuntaron que llegaron "con miedo y temblando" ante la magnitud de la misión. Fueron los élderes Melvin J. Ballard del Cuórum de los Doce, el entonces presidente de la misión mexicana y hablante fluida de castellano Rey L. Pratt (descendiente de Parley P. Pratt que fuera misionero en Chile), y el Elder Rullon S. Wells del Cuórum de los Setenta, quien hablaba perfectamente el idioma alemán.

Al poco tiempo, el 12 de diciembre de 1925, se efectuaron los primeros bautismos en Argentina, y por ende en Sudamérica. Para el día 25 del mismo mes se llevó a cabo la dedicación de las tierras sudamericanas para la prédica del evangelio.


La totalidad de los miembros de la Iglesia en el primer bautismo, 15 de junio de 1926. Italianos, españoles, alemanes y argentinos, lo que F. S. y F.G. Williams denominaron "una familia internacional". Foto cortesía de From Acorn to Oak Tree, de F.S. y F.G. Williams.


De la ceremonia, el Elder Ballard expresó:

"En esta hermosa mañana de navidad... salimos a las 6:00 y llegamos al lugar que habíamos seleccionado previamente, una arboleda natural de sauces llorones, cerca de la orilla del río, en el parque 3 de Febrero (...)
Sentimos que como resultado de la apertura de esta misión, muchos europeos en esta tierra, recibirían el evangelio, pero principalmente, el gran propósito de la misión sería para los indígenas..."

Parte de la oración dedicatoria dijo así: "... a buscar la sangre de Israel, que ha sido mezclada ente las naciones gentiles, muchos de los cuales, influenciados por el espíritu de recogimiento, se han congregado en esta tierra. Pon Tu espíritu en sus corazones..."

Desde la misma Buenos Aires el Élder Ballard remitió una carta a las misiones de Europa. Con fecha 18 de marzo de 1926, escribió una que se publicó en el periódico Millenial Star con el título: "¿Tienes amigos en Sudamérica?, en la cuál instaba a los miembros europeos a referenciar a sus parientes que emigraron a Sudamérica a contactarse con la sede nueva misión ubicada en calle Santa Fe 1301, Argentina..."

Más tarde, el 5 de octubre de 1926, el Apóstol Ballard publicó un artículo concerniente a la organización de la misión sudamericana, donde plantea el lugar como un nuevo sitio de recogimiento para los hijos de Lehi e inmigrantes europeos con la sangre de Israel en sus venas.

"Según tengo presente, hace tres años un millón doscientos cincuenta mil personas fueron permitidos a ingresar a los Estados Unidos, y el cupo llegó a un límite. De todos modos, en ese tiempo, veinticinco millones de personas hicieron la solicitud de ingreso al país. Desde ese momento se ha visto conveniente reducir la cantidad de permisos y privilegios de emigración a este país, hasta que actualmente solo el tres por ciento de los habitantes extranjeros de cualquier nación pueden ingresar a este país... lo que significa que no más de alrededor de doscientos mil son habilitados a inmigrar por año de otras naciones de la tierra. ¿Hacia dónde se está dirigiendo el resto? ... millones de ellos están yendo a Sudamérica. Tengo la esperanza y oro para que los encontremos; allí también el espíritu de recogimiento ha llamado a hombres y mujeres de todas las naciones de la tierra...".

Recordemos que el Libro de Mormón nos enseña que las américas son  una tierra escogida y con promesa, y que aparte de los descendientes del padre Lehi, los indígenas americanos, todos aquellos que han inmigrado a este extenso continente han sido traídos de acuerdo a los planes y voluntad del Señor. En 2 Nefi 1:5-6 se lee: "Hemos obtenido una tierra de promisión... por convenio a mi y a mis hijos para siempre, y también para todos aquellos que la mano del Señor conduzca de otros países (...) nadie vendrá a esta tierra a menos que sea traído por la mano del Señor".


En Conferencia General de abril de 1930, el Elder Melvin J. Ballard  se expresó su impresión sobre la importancia de la dedicación del continente sudamericano para el evangelio: "Se no hizo saber que el mensaje del evangelio encontrará a miles que tienen la Sangre de Israel en sus venas en Sudamérica (...) Comparto mi testimonio de que Dios se está moviendo en Sudamérica y que llegará el día en que como el profeta declaró se convertirá en una tierra de Sión..."


Elder Rulon S. Wells y Apóstol Melvin J. Ballard, dos de los tres élderes que dedicaron Sudamérica para la predicación del evangelio. Parque Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina, 1925.



Migración e Historia Familiar

Como expresó el elder Stephen L. Richards en Conferencia General el 3 de octubre de 1948, en relación a su gira por Sudamérica:
"Muchas naciones se ven representadas... con preponderancia de España, Italia y otros países mediterráneos. Algunos alemanes e ingleses pero mucho más del sur que del norte... Al momento, nuestros misioneros sudamericanos no realizan actividades entre los lamanitas (...)"
En su discurso se declara abiertamente su escepticismo hacia la receptividad de los latinos en abrazar el evangelio, basado en frustradas experiencias del pasado. Igualmente considera con esperanza la posibilidad de que el tiempo de Sudamérica y su gente haya llegado. Asimismo, ve en el emergente crecimiento de la Iglesia en el continente, una forma no solo para que los latino americanos y lamanitas crezcan en el evangelio, sino el abrir las puertas de la salvación a los descendientes de las naciones del sur de Europa mediante las ordenanzas de la Iglesia.
En este aspecto expresó: "(...) predominantemente del Sur de Europa, me hace pensar en lo susceptible que pueden ser a las enseñanzas e influencia del evangelio. Tengo presente que en más de cien años no hemos hecho o logrado obra misional en España, Italia, Portugal... quizás este sea el medio, en Sudamérica, de alguna vez llegar a estos países." 

Lo que no se explicitó en el discurso del Elder Richards, fue el hecho de que la puerta de la salvación se abría a los descendientes del sur de Europa en la tierra de Sudamérica, no solo por los vivos sino que también por sus antepasados muertos, aquellos europeos que vivieron en el viejo continente por siglos, un continente religiosamente apóstata, y no tuvieron nunca la oportunidad de oir el evangelio en su pureza y sin los grilletes del prejuicio y la ignorancia. 

Quizás no fue planteado por el Elder Richards en 1948, dado que el templo y sus ordenanzas estaba en esa etapa de la Iglesia distante a muchos continentes del globo, de todas formas, en sus palabras se vislumbra la posibilidad, ya que vio en las pequeñas ramas de miembros latinos "el medio, en Sudamérica, de alguna vez llegar" a los  antepasados del sur de Europa.

Las congregaciones de miembros en Sudamérica, América Central y México, son "el medio... de alguna vez llegar" a los antepasados del sur de Europa, de los antepasados de los indígenas americanos, y de muchos, muchísimos de los antepasados del continente africano, forzados a emigrar como esclavos en siglos pasados, mediante la obra vicaria que se efectúa en las Casas del Señor.

El presidente Russell M. Nelson enseñó en la Conferencia General de octubre de 2006, en su discurso titulado: "El recogimiento del Israel disperso", sobre el recogimiento de las almas al otro lado del velo. Declaró en aquella ocasión:

"Felizmente, la invitación a “venir a Cristo” también puede hacerse a los que han muerto sin conocimiento del Evangelio. Parte de la preparación de ellos requiere la obra terrenal de otras personas. Recogemos datos para los cuadros genealógicos, preparamos registros de grupo familiar y efectuamos vicariamente la obra del templo a fin de recoger a las personas para el Señor y en sus familias."

La pileta bautismal donde se llevan a cabo la ordenanza del bautismo vicario por aquellos que fallecieron sin la oportunidad de aceptar el evangelio, es ilustrativa del tema del recogimiento de Israel. Como se ha dicho, el recogimiento consiste más en recibir las ordenanzas de salvación y exaltación (convenio de Abraham), que en reunirse en un determinado lugar físico. Es en las ordenanzas del templo, comenzado por la pileta bautismal, donde se efectúa el recogimiento por quienes se encuentran del otro lado del velo. La misma pileta, sostenida por doce bueyes (símbolo de la tribu de Efraín en el Antiguo Testamento) que miran hacia los cuatro puntos cardinales ("los cuatro cabos de la tierra"), representando a las doce tribus de Israel siendo recogidas en todo el mundo, transmite simbólicamente el recogimiento que se lleva a cabo en los templos por nuestros antepasados, de acuerdo al plan del Señor y lo proclamado por los profetas desde el comienzo de la vida en esta tierra.


Bibliografía consultada:

-Manuscrito histórico de la Misión Sudamericana 1925-1935 - Biblioteca de Historia de la Iglesia.

-Joseph Fielding McConkie, "The Gathering of Israel," in Religious Educator 11, no. 1 (2010): 47-64.

-https://www.lds.org/general-conference/2006/10/the-gathering-of-scattered-israel?lang=spa.

-https://bycommonconsent.com/2006/02/15/british-israelism/.

-https://www.lds.org/youth/article/what-is-the-gathering-of-israel?lang=spa.

-Russell M. Nelson, “El Libro de Mormón, el recogimiento de Israel y la Segunda Venida”, Liahona, julio de 2014, pág. 24.

-Russell M. Nelson, “El recogimiento del Israel disperso”, Conferencia General de octubre de 2006.

-Frederick S. Williams y Frederick G. Williams, From Acorn to Oak Tree, Et Cétera Graphics, California, 1987.


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