El pasado 15 de abril se emitió en “Las cosas en su sitio” de Radio Sarandí, un programa centrado en la figura del profeta José Smith. Mis primeras impresiones fueron de alegría y curiosidad. Una porque en el Uruguay religiosamente laico no es habitual que se traten temas vinculados al fenómeno religioso, y mucho menos referidos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Y curiosidad por saber qué aspectos se iban a abordar.
La primera semana de abril se había llevado a cabo la conferencia general de la Iglesia a nivel mundial, donde además de tratarse varios asuntos relacionados al evangelio, por motivo de conmemorarse los doscientos años de la Primera Visión de José Smith, hubo varias alusiones a su vida. En ese marco, todo parecía indicar que era un buen momento para dar a conocer la misión del profeta.
El programa que lo transmitió es muy popular, por lo que el tema se aseguraba una amplia audiencia matinal. Si bien es un programa de actualidad, con algunas secciones abiertamente humorísticas, presenta algunos segmentos que pretenden la rigurosidad en el manejo de la información.
Estaba claro que la presentación iba a efectuarse desde el punto de vista independiente de los comunicadores, por lo que no me iba a ofender que se deslizara algún error en la información. Sin embargo, esperaba un poco más de ecuanimidad y respeto. La visión negativa fue evidente desde la introducción, cuando se anunció que se presentaría la biografía del “Mesías de los mormones”, uno de los líderes religiosos más controvertidos de la historia, que “interpretó La Biblia como se le dio la gana”.
A medida que el programa avanzó, se evidenció que más allá de las distorsiones y omisiones, todo había sido montado con el único fin de ridiculizar. En cierta instancia los mismos periodistas simularon diálogos supuestamente realizados por los personajes históricos, donde se tergiversaron las palabras y se adjudicaron intenciones espurias a la salida a luz del Libro de Mormón. No faltaron las indecencias de boca de los comunicadores, ni que se señalaran puntos polémicos de la historia de la Iglesia desde la visión anti-mormona. En fin, José Smith fue retratado como un impostor, embustero y fanático religioso, y el Libro de Mormón como una farsa hace tiempo desacreditada por la “ciencia”. En ningún momento citan las fuentes de sus declaraciones.
A mediados del siglo XIX llegaron noticias de la Iglesia de Jesucristo y José Smith a Uruguay. En la prensa se lo veía como un fenómeno romántico y lejano, se lo presentó con un breve resumen de la vida del profeta en los siguientes términos: “un joven llamado José Smith, al que se le apareció un ángel, le indicó la existencia de unos libros sagrados, grabados en planchas de oro, que contenían las revelación de Jesucristo a los antiguos habitantes de América y con unos anteojos mágicos alcanzó a leer su contenido”. Luego de repasar el florecimiento de Salt Lake City con buena opinión, en el texto se menciona la persecución sufrida y “su vida interrumpida abruptamente con su asesinato”, causado principalmente por la práctica de la poligamia que indignó a sus vecinos.1
Realmente es casi nulo el análisis crítico en nuestro país relacionado a la Iglesia y su fundador. Un trabajo publicado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República en el año 2005, nos sirve de ejemplo para ilustrar el hecho de que si no se recurre a fuentes fidedignas, se incurre en el error de reproducir una mala representación, que finalmente genera rechazo en los oyentes o lectores. Ese texto de la Universidad, aunque no tiene intenciones desfavorables hacia la iglesia, por descuido promueve una tergiversación. En el apartado sobre las creencias y ceremonias que se llevan a cabo en los templos asegura: “si el iniciado revelara secretos del templo, permitiría que sus piernas fueran amputadas y su corazón arrancado”.2
Además de basarse en una desfiguración histórica de lo representado en un templo, es un plagio exacto de lo que escribió Julio C. Elizaga en 1988 en su obra sobre religiones emergentes en el Uruguay.3 Es decir, la mayoría de las alusiones contra la iglesia son copias de distorsiones, donde no se corrobora su veracidad o se hereda un significado caricaturizado. Las fuentes con información falsa o parcial son herencia de descuidos, mentiras, tergiversaciones o resentimientos.
Ahora bien, tenemos presente que en la era digital, la gente comúnmente no se aproxima a la vida y misión de José Smith ni a los postulados de la iglesia por medio de estos libros, sino que busca o encuentra retratos, muchas veces parciales o negativos, en la telaraña que puede ser la Web. Por lo tanto, sugerimos e invitamos a quienes se interesen en el tema a evitar las producciones abiertamente “anti”, y hurgar en artículos neutrales y serios u oficiales. Mejor aún, recomendamos leer directamente del Libro de Mormón o las revelaciones de José Smith, sin estar condicionado por una tergiversación y con “verdadera intención”4, para que cada uno pueda discernir por si mismo, y rechazarlo como profano o aceptarlo como sagrado.
Regresando a la valoración del inicio sobre el programa presentado por “Las cosas en su sitio”, basta decir que aunque ellos no lo supieran, estaban cumpliendo una de las profecías pronunciadas por un ángel al propio José Smith: “que Dios tenía una obra para mí, y que entre todas las naciones, tribus y lenguas se tomaría mi nombre para bien y para mal, o sea, que se iba a hablar bien y mal de mí entre todo pueblo.”5
Santiago Carbajal
Se agradece el aporte de mi hermano Esteban Carbajal.
Notas:
1- “Diario del Uruguay”. La República, Montevideo, p. 119.
2- Filardo, Verónica, Coordinadora. Religiones alternativas en el Uruguay. UdelaR – Facultad de Ciencias Sociales. Montevideo. 2005, p. 83.
3-Elizaga, Julio. Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay. Ed. La Llave, Montevideo, 1988, p. 75.
4-El Libro de Mormón. Moroni 10:4 (Se puede consultar en línea).
5-Perla de Gran Precio. José Smith – Historia, 1:33 (Se puede consultar en línea).
iv
👏👏👏👏 bravo.
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