Predicación por medio de los deportes

Desde principios del establecimiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Sudamérica los misioneros realizaron deportes para promover su causa misional, como por entretenimiento, bienestar físico y competencia.1 También  en los Estados Unidos y Europa se alentó tempranamente dicha participación, e incluso hubo varios casos de misioneros destacándose en actividades deportivas.2

A partir de 1938 en Buenos Aires, con el fin de presentar una imagen positiva de la iglesia y despertar el interés de la gente en el mensaje restaurado, los misioneros se involucraron en competiciones deportivas. Dado el interés de los argentinos en los deportes, la misión reconoció que involucrarse en sus actividades sería un medio efectivo de difundir su obra.3

Souvenir del equipo Los Mormones del Deseret, Misión Uruguaya, 1963.

Para ello la Misión Argentina organizó su propio equipo deportivo, Club Atlético Los Mormones (que también abarcaba otras facetas como los encuentros culturales y musicales). Las camisetas del equipo de basquetbol decían "MORMONES" al frente y en la espalda las iniciales del club: CALM ("calma" en inglés), para recordar a los jugadores-misioneros lo que representaban y así no perdieran el control ante los jueces y rivales.4

Frederick S. Williams, en ese entonces presidente de la Misión Argentina, diría más tarde que los partidos con clubes argentinos eran tan reñidos y pasionales que "hacían más amigos cuando perdían que cuando ganaban".5 

Esa es la razón por la que luego, el mismo Williams, ya como presidente de misión en Uruguay, se inclinaría más por la música como "dulce embajadora del Señor", en lugar de los deportes.6

La Misión Argentina fue bendecida en aquellos años con grandes atletas amateurs que por sus actuaciones llegaron a ser animadores de las ligas de la nación. Los misioneros,  en su mayoría norteamericanos, participaron en equipos de softball, baseball y basquetbol. Los dos que se llevaron los laureles fueron Dale Bergeson y Rolf Larsen, ambos seleccionados para el equipo de la selección argentina de basquetbol.7

Si bien a través del softball y el baseball se recibió buena publicidad y alcanzaron victorias, fue el basquetbol el que obtuvo resultados más notorios, incluso en la "otra orilla", Uruguay. Según los registros, el primer contacto directo entre la iglesia y el pueblo uruguayo se dio en 1940, en el marco del torneo sudamericano de basquetbol en Montevideo, cuando el Elder Rolf Larson fue elegido para representar a la Argentina. "Su sobresaliente actuación y espíritu deportivo -y el hecho de que era mormón- fueron ampliamente pregonados por la prensa y los simpatizantes del deporte. Fue tal el interés originado entonces, que el Presidente de la Misión Argentina, Frederick S. Williams, viajó a Montevideo en compañía de su secretario, con una gran provisión de folletos."8 

Deportes en la Misión Uruguaya de 1947 a 1959: los equipos campeones

En la Misión Uruguaya también fue muy popular el realizar deportes, en especial basquetbol, por influjo de los misioneros norteamericanos.

Más allá de los equipos organizados, los misioneros en general lo practicaban por entretenimiento en los momentos libres, y llevaron su pasión a cada rama del país. La mayoría de las unidades tenía sus canchas al aire libre en los fondos de las casas-capillas de la época. Junto a miembros y amigos voluntarios las construyeron, y se convirtieron en los principales espacios para actividades de la congregación, desde la Mutual hasta partidos por la noche para el entretenimiento de todo el vecindario.

Asimismo, muchos misioneros se inscribieron en equipos de clubes de basquetbol en Montevideo y el Interior, con el propósito de hacer amigos y posteriormente tener una excusa para visitarlos en sus hogares y dar inicio a conversaciones espirituales. Esa fue la forma, por ejemplo, en que mis abuelos paternos conocieron a los misioneros en Santa Lucía en el año 1949.

En varias ocasiones se llevaron a cabo torneos internos entre las ramas de la misión, promovidas por la Asociación de Mejoramiento Mutuo de la Misión (Mutual), principalmente en el marco de convenciones de jóvenes. En uno de esos eventos, en el año 1954, se disputó la copa "Presidente Shreeve", obtenida por el equipo de basquetbol de la rama Deseret. Bello trofeo que aún se conserva en Montevideo. Casi todas las ramas "antiguas" de la misión uruguaya supieron conservar por muchos años en sus edificios, una vitrina con trofeos ganados en estas competencias que fomentaban el buen espíritu deportivo y la camaradería.

En relación a las canchas de las ramas de la misión, la más sobresaliente para la época fue la que se construyó con mano de obra contratada en el terreno de la Iglesia en Bulevar Artigas y Suárez en Montevideo, donde se ubica la capilla del actual barrio Deseret. En cuanto a esta cancha al aire libre, el presidente de la misión en 1954, Lyman S. Shreeve registró: "El día 19 de abril iniciamos las actividades en la nueva cancha al lado de la capilla de la rama... Nos detenemos aquí un momento para jactarnos de nuestra nueva cancha. El ingeniero que terminó la obra allí ha hecho la mayoría de las canchas de la ciudad y dice que la nuestra es probablemente la mejor de Montevideo. Tiene una base firme de cascote. Sobre esta base tiene pedregullo y después viene el bituminoso. Todo esto hace de esta una cancha muy buena para jugar toda clase de deporte. Estará perfectamente iluminada para poder jugar de noche. Todos los miembros e investigadores y amigos de la Iglesia, junto con una gran cantidad de jóvenes, hombres y mujeres del barrio están encantados con todas las posibilidades que ofrece el nuevo edificio y la cancha. Con toda seguridad todo esto traerá un gran adelanto para la Iglesia."9 

En ese tiempo se organizó bajo la dirección de la Mutual de la Misión el Club Deseret, que incluyó a equipos de softball, baseball y basquetbol, así como atletismo. Luego se lo conoció como Institución o Asociación Atlética Deseret.

Elder Lot Smith marcando el tanto en el debut del
 Club Deseret, 1954, Montevideo.

En relación al basquetbol, el club se afilió a la Federación Uruguaya de Basquetbol (FUB). En agosto de 1954 el Club Deseret debutó de local en su nueva cancha y venció al Club A. Artigas, dando apertura al campeonato oficial de la FUB.

De a poco, el Club Deseret de basquet fue ganando popularidad y respeto en el ambiente deportivo; se lo invitó a torneos amistosos y recibió elogios de la prensa por su juego limpio y caballerosidad.

El momento cumbre del equipo fue en 1957, cuando resultó campeón de la Tercera División del campeonato nacional y recibió gran difusión en los medios de prensa. Para entonces, el presidente de la Misión Uruguaya era Frank D. Parry. En entrevista con un cronista de El Diario se refirió al desempeño del equipo como una manifestación de la teología mormona. En esa ocasión se planteó que en lo sucesivo se integraría a uruguayos en el equipo, dado que hasta ese momento eran todos norteamericanos, con excepción del director técnico Héctor Bazaistegui.

En 1959 el club se desafilió de la FUB después de una ganadora trayectoria, y varios de los misioneros del equipo fueron autorizados a jugar en clubes de Montevideo, como Peñarol, Tabaré, Goes, El Faro y Unión Atlética. En la sección de deportes del diario El País de la fecha se lamentó el retiro del Club Deseret de la liga, dado que se reconocía sus grandes virtudes técnicas y excelente conducta, que enaltecía la competencia.

Igualmente, a la par del basquetbol se desarrollaron otros deportes de forma organizada como el softball y el baseball, llegando a participar y con buen desempeño en las ligas locales de Montevideo. Un ejemplo fue el equipo de baseball de que en julio de 1956 se coronó campeón del campeonato nacional versus los White Sox. El equipo Deseret de baseball se conformaba por élderes norteamericanos, excepto dos uruguayos, Vicente Rubio y Alberto Pochintesta.

Hno. Vicente Rubio, 1956.

Década de 1960: Los Mormones de Deseret

A partir de junio de 1963, estando como presidente de la Misión J. Thomas Fyans, se decidió reflotar al Club Deseret de basquetbol. Inicialmente, la oportunidad surgió a pedido de la FUB, que deseaba que los jugadores uruguayos tuvieran contacto con la técnica norteamericana a fin de mejorar sus aptitudes y prepararse para el Mundial de Basquetbol que tendría a Montevideo como anfitrión en 1966.

La Misión consideró que era una buena oportunidad para fortalecer lazos de amistad con instituciones de la sociedad, y desarrollar a través del deporte, las cualidades de liderazgo de sus miembros. Sin embargo, se decidió que no se afiliarían a la liga nacional, debido a que el trámite llevaba alrededor de cuatro años para su concreción.

Además de organizar el Club Deseret, al que llamaron "Los Mormones del Deseret", se definió el programa por el cual, el equipo realizaba una gira por las ciudades del Interior, llevaban a cabo certámenes deportivos contra clubes locales, y establecieron clínicas de basquetbol en cada lugar. Estas clínicas consistieron en talleres de basquetbol en los que se enseñó las reglas y principios del juego. El taller inicial se presentaba por los jugadores del equipo de Deseret, y las sesiones siguientes por los misioneros de regla y de construcción de cada rama. En las ciudades visitadas se inició un torneo local supervisado por la iglesia, para jóvenes de 12 a 25 años.10

La idea consistió en atraer a jóvenes interesados en el deporte e incluirlos en las actividades espirituales de la iglesia, así como colaborar en el desarrollo de aptitudes de liderazgo de los misioneros de construcción, que una vez relevados se podrían desempeñar en otras posiciones de la iglesia.

La llegada del equipo de Deseret a cada ciudad era publicitada por varios días por medio del director de relaciones públicas de la misión, Francisco Guillermo "Billy" Rial. Él mismo expresó una vez que "los pueblos estaban esperando, y el nombre mormón estaba en el aire". Este mismo hermano actuó como vocero del equipo ante la prensa radial y escrita de cada localidad.

Al final de cada encuentro se entregaba a los espectadores e hinchas un souvenir con fotos del equipo Deseret, una breve biografía de cada jugador y puntos claves de la misión de la iglesia. Uno de estos souvenirs fue hallado en 2013 por quien escribe, en las siguientes circunstancias: me encontraba junto a mi esposa en el sanatorio de Santa Lucía, a unos horas de haber nacido nuestra segunda hija. En determinado momento salí a caminar, y me interesó visitar una casa cercana que vendía libros. Mientras revisaba la biblioteca encontré tirado en un rincón un ejemplar añejo y gastado de "La historia de los mormones en fotografías". Lo ojeé y entre sus páginas hallé dos copias en perfecto estado de los mencionados souvenirs. No compré el libro, mas con permiso de la dueña regresé al sanatorio con esos dos tesoros que revivían el momento en que el histórico equipo de Los Mormones del Deseret hizo gala de su talento en una cancha de mi pueblo.

Por Santiago Carbajal

Referencias:

1- Frederick G. Williams y Frederick S. Williams, From Acorn to Oak Tree, Et Cetera, California, 1987, p. 140.

2- Jessie Embry y John Brambaugh,  Preaching through Playing: using Sports and Recreation in Missionary Work, 1911 - 64, Journal of Mormon History, Volumen 35, Nro. 4

3- Frederick G. Williams y Frederick S. Williams, From Acorn to Oak Tree, Et Cetera, California, 1987, p. 141.

4- ___, p. 147.

5- ___., p. 261.

6- Jessie Embry y John Brambaugh,  Preaching through Playing: using Sports and Recreation in Missionary Work, 1911 - 64, Journal of Mormon History, Volumen 35, Nro. 4, p. 53.

7- Frederick G. Williams y Frederick S. Williams, From Acorn to Oak Tree, Et Cetera, California, 1987, p. 146.

8- A. Theodore Tuttle, Sudamérica, Tierra de Promisión y Profecía, Liahona, Agosto 1963, p. 189.

9- El Mensajero Deseret, mayo 1954, p. 15.

10- Manuscrito de la Misión Uruguaya, 5 de diciembre de 1963, Departamento de Historia de la Iglesia, Salt Lake City, UT.