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Las congregaciones uruguayas: Melo

Melo es una ciudad de la República Oriental del Uruguay, capital del departamento de Cerro Largo. Los primeros misioneros se referían a la ciudad como aquella ubicada "al norte, cerca de la frontera con Brasil". Y estaban en lo cierto, ya que se ubica a casi 400 km al noreste de Montevideo, la capital del país, y cerca de 60 km al sur de la frontera brasileña.

A mediados del siglo XX,  a nueve meses de organizada la Misión Uruguaya de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Uruguay,  y al recibir nuevos misioneros desde los Estados Unidos, el Presidente Frederick S. Williams consideró oportuno expandir las redes de proselitismo en el país. Fue así que el 25 de mayo de 1948, el Presidente y su primer consejero elder Wilford M. Farnsworth, visitaron la ciudad de Melo para observar sus posibilidades. La impresión que recibieron fue muy favorable y la señalaron como un lugar preparado para recibir misioneros y la predicación del evangelio restaurado.



Dos meses más tarde, el 28 de julio, llegaron en tren a la ciudad los cuatro primeros misioneros. A la noche se hospedaron en el Hotel Español y al día siguiente comenzaron a buscar un local apropiado donde establecerse y abrir el centro de reuniones para la rama. Estuvieron meses buscando sin éxito un local en el centro de la ciudad, hasta que lograron alquilar una casa ubicada en calle 25 de mayo 843 (actual Aparicio Saravia). Según el registro histórico de la rama: “Este Local (...) Cuenta con las comodidades indispensables para el fin perseguido. Su salón, bastante amplio, está emplazado en la misma esquina de dichas calles; su entrada, de amplitud regular da cierto carácter de seriedad a este edificio. Lo que resta del local, ocupado por los élderes misioneros, tiene similitud con el salón de conferencias, es decir, cuenta con comodidades satisfactorias.”1

Los misioneros a su llegada, de dos en dos, recorrieron las calles de Melo predicando el mensaje de salvación. Ellos fueron Franklin D. Richards Jr, Joseph W. Cardon, D. Dean Tyler y Melvin M. Farr. Como era la costumbre, se presentaron ante las autoridades civiles, oficiales de policía y referentes del pueblo a fin de conseguir permisos y establecer contactos. Para esta ciudad del Interior del país fue toda una novedad el ver por sus calles, en sus puertas y dentro de sus casas a estos cuatro jóvenes hombres norteamericanos. Vestían de traje y sombrero, manejaban un castellano rudimentario, se desenvolvían con optimismo, sinceridad y alegría. Eran jóvenes de alrededor de veinte años de edad, pero daban la impresión de ser mayores. La experiencia de la Segunda Guerra los había hecho madurar enormemente y se notaba.  La mayoría de la gente de Melo, al igual que en casi todo el país, los veía con curiosidad, en algunos casos con admiración por su condición de ex combatientes en Europa y el Pacífico; héroes que defendieron el mundo libre.


Delmar D. Tyler.
Cortesía de Walter Lalinde.





Los élderes llegaron como extraños y de a poco se fueron integrando en la comunidad; acriollando en su estilo, diferente a lo aprendido hasta el momento en Montevideo. Con naturalidad predicaron y se hicieron conocer. Por medio de sus talentos musicales y deportivos promovieron la obra. Cantaban en la calle y en teatros públicos. Participaron de equipos de básquetbol y tuvieron protagonismo en las ligas locales. Como alentaba el Presidente Frederick S. Williams se "trabajaba duro, se planeaba en grande, se esperaba el éxito".2 La visión de los misioneros era de pleno optimismo: "el paisaje del campo es muy hermoso e interesante. Nuestra primera impresión de Melo es muy favorable.”3

Si bien la mayoría de la gente de la ciudad no aceptó los principios y ordenanzas del evangelio, la recepción fue muy cordial y respetuosa. Los misioneros establecieron sentidos lazos de amistad y compañerismo que el paso del tiempo y la memoria no harían perecer. La eventual partida de cada elder sería vista entre los primeros miembros y amigos como una separación de carácter serio y duradero. Las palabras de la Hna. Esmeralda Echebengua en un poema escrito en 1950 y publicado en la revista de la Misión El Mensajero Deseret, ilustran el sentimiento de hermandad y gratitud que la relación generaba entre los misioneros y los miembros.


Poema de Esmeralda Echebengua, Rama de Melo. Publicado en revista El Mensajero Deseret de Noviembre 1950.


El 7 de noviembre de 1948 tuvo lugar la primera reunión de la rama Melo, con la presencia del Presidente Williams junto a su secretario el elder John W. Cook. Al momento de la reunión el local estaba colmado con la asistencia de ciento sesenta y siete vecinos de la ciudad, incluyendo al Cónsul de Brasil y su esposa. Por otra parte, casi la misma cantidad de personas se encontraba afuera sin espacio para ingresar. Como transcribió el Hno. Rafael Diogo del registro histórico de la rama, en su obra sobre los Santos de Melo: “El salón estuvo lleno hasta el límite. El espíritu del Señor estuvo presente en abundancia; el Señor ha bendecido esta rama de su Iglesia y nosotros, los cuatro misioneros originales, damos testimonio de esto.”4

En relación a esta reunión de apertura, el Presidente Williams recordó la siguiente anécdota: "Luego de la reunión una señora mayor se me acercó con estas palabras: 'Presidente Williams, creo en cada una de las palabras que usted dijo esta noche y estoy preparada para el bautismo'. Le dije que eso era maravilloso y rápidamente coordiné con los misioneros para que se le enseñara."5 Más adelante Williams regresó a la rama y tuvo otro encuentro con esta señora: "...ella me buscó de nuevo al término de las reuniones de la iglesia: 'todavía estoy pronta para el bautismo', dijo. Con setenta y nueve años Margarita Miranda de Aguino estuvo en el primer grupo de bautizados en Melo, el 9 de abril de 1949."6


Grupo de los primeros bautismos efectuados en Melo.
Orillas del Arroyo Conventos, Melo. 9 de abril de 1949. El Mensajero Deseret.


Sobre ese acontecimiento se registró: “El sitio bautismal era a orillas del arroyo Conventos. Fue una tarde espléndida y cuando llegamos, los élderes Tyler y Bigler con el hermano Higinio Álvarez, tenían un corderito y un criollo costillar vacuno sobre bien encendidas brasas. Nos sentamos y tuvimos una reunión bajo los árboles. El elder Fransworth y el Presidente Williams, hablaron brevemente acerca del bautismo. Entraron en las aguas bautismales, los hermanos Higinio Álvarez, bautizado por elder Richards; Martín Gorospe, bautizado por elder Farr; hermana Matilde Méndez por elder Bigler y hermana Margarita S. de Aquino, bautizada por elder Tyler. Luego se realizó una fiesta, participando todos los presentes de un muy criollo asado y partidos de voleibol y baseball.”7

En marzo de 1950, los días 14 y 15, se inauguraron respectivamente la Sociedad de Socorro para mujeres, y la Asociación de Mejoramiento Mutuo (Mutual) para jóvenes. En las reuniones de la Mutual también participaban adultos y era la reunión más social, cultural y lúdica de la iglesia. Allí se reunían entre semana, todos los miembros, misioneros y amigos como una familia. Los temas tratados no eran exclusivamente religiosos. Por ejemplo, en una charla fogonera de los primeros años, un hermano relató su experiencia de viaje por países de Europa para el interés de los presentes. También se organizaban actividades a fin de recaudar fondos para los distintos proyectos de la rama, como "para el alambrado de la cancha de básquetbol". Con ese propósito organizaron la siguiente actividad: "Gran fiesta Criolla. El salón decorado como un galpón criollo con motivos gauchos, paisajes y elementos típicos decorando las paredes... En medio, un fogón rodeado de 'chinas' y 'gauchos', el traje obligado para la reunión. Todos luciendo distintivos con los colores artiguistas, ya que también nuestra rama quiso brindarle al jefe oriental su homenaje (...) Las hermanas Rivero y Junca lucieron como auténticas negras vendedoras de pasteles y tortas."

Una ocasión muy especial para los pioneros de Melo, que pinta la situación del la época en cuanto a vías de traslado y comunicación existentes en el Interior del país, fue cuando en 1950 en el marco de una gira misional, llegó a la ciudad una delegación artística de la Misión. Habiendo realizado un espectáculo del más alto nivel en la ciudad de Treinta y Tres, el coro de la Misión, un Trío conformado por Corraine Williams y dos de sus hijas, el afamado cuarteto de misioneros cantores acompañados por el pianista McMurdie, y el bailarín Roy Fitzell, luego de cuatro horas de viaje en ómnibus hacia Melo, llegaron a un río que debían cruzar en balsa debido a las inundaciones. Por motivo de la copiosa lluvia la balsa no partió y tuvieron que realizar el traslado en un pequeño bote. "Pero el botero no hacía más de seis viajes y la mitad del coro tenía que quedarse en la otra orilla" reportó el Mensajero Deseret, por lo que "partió un grupo compuesto por el Presidente Williams y esposa, hijas, cuarteto, McMurdie y Fitzell. Fue algo muy gracioso ver este grupo cruzando el río, en bote, con alpargatas, bajo la lluvia. Ellos llegaron a Melo después del mediodía y por la noche ofrecieron dos conciertos, uno en Club Unión y otro en el Club Centro Obrero. En ambos tuvieron mucho éxito y fueron muy aplaudidos."10 

Todas esas experiencias religiosas y de camaradería, forzaron una hermandad entre los veinticuatro miembros de la rama que eran a finales de 1951. A dos años de la apertura de la congregación, la Misión consideró que "la obra evangélica ha sido de provecho (...)  El espíritu que reina en nuestra rama es optimista y los proyectos para el futuro harán de ella un ejemplo digno de trabajo y laboriosidad."11

Mientras que en la década de 1950, otras ramas del Distrito Oriental que integraba Melo, comenzaron a construir las primeras capillas del Interior, como fueron las de Treinta y Tres e Isla Patrulla, en 1953 la Iglesia autorizó la compra del local de la rama. A fin de acondicionar el local se llevó a cabo una reforma del mismo, que abarcó ampliar el salón de reuniones, construir una pileta bautismal, cambiar el techo y pintar el edificio.12 Casi un año más tarde se dedicó el local como capilla en el marco de una conferencia de Distrito. La ceremonia de dedicación fue presidida por el Presidente de la Misión del momento Lyman Shreeve. La reunión se vivió con gran algarabía, y fue coronada con la fina participación de los coros de la Misión y de la rama de Treinta y Tres.

Lamentablemente para el progreso de la iglesia en Melo, durante esos años sucedieron hechos vergonzosos de parte de miembros y misioneros de la rama, que al hacerse públicos llevarían a un distanciamiento de la población. Llevó su tiempo el superar la penosa situación, y a fines de 1959 aún se reportaba: "El mayor problema es que la gente del pueblo no respeta a los misioneros por hechos del pasado".13

Con el tiempo, alcanzado cierto grado de madurez de los primeros miembros, esfuerzo de los misioneros y dinamismo de un pujante grupo de jóvenes, se logró dejar atrás la mala imagen con que se percibía a la rama, y el pueblo una vez más entabló una relación de aprecio hacia la obra de la Iglesia. Para la Misión fue evidente que la rama estaba progresando y que había llegado el tiempo de edificar una capilla completa. 

Hna. Todd y Hno. LeRoy Todd, supervisores de la construcción de la capilla
de la Rama Melo. Cortesía de Walter Lalinde.
Entrando en la década de 1960 llegó a Melo la noticia de que pronto se iniciarían los trabajos de construcción de una capilla propia. La novedad se recibió con gran emoción de parte de los miembros. El 3 de febrero de 1963 se efectuó una reunión organizada por la Misión a fin de orientar a la rama en esta nueva etapa. El elder Arthur Flint Smith explicó el programa de construcción junto a quien sería el supervisor de la obra, LeRoy Todd. El Presidente de la rama al momento era Helios González. La rama aceptó el desafío con compromiso y movilizó todas sus fuerzas. Desde la radio local La Voz de Melo, el arquitecto de la construcción, el Sr. Tezzler, que no pertenecía a la iglesia, se dirigió a la ciudad y expresó con respeto "es un edificio distinto a todos los demás en Melo".14


El 17 de marzo de 1963 tuvo lugar la ceremonia de Palada Inicial en el terreno de la futura capilla ubicado en la esquina de las calles Treinta y Tres y Colón. Para ello se reunieron todos los hermanos de la rama, amigos de la ciudad y miembros de la Misión, alrededor de ciento cincuenta personas, sobre el terreno dispuesto para la construcción. Dirigió el Presidente del Distrito Oriental Lino Ávila quién expresó su visión sobre la importancia del futuro edificio: "La capilla ayudará a expandir el evangelio y edificar a los miembros."15 En la parte central de la ceremonia varios hermanos tomaron la pala y se turnaron para simular su uso en la tierra. Como se enseñaba en la época, la ceremonia de Palada Inicial poseía carácter simbólico; implicaba como en la actualidad, que así como se comenzaba a preparar el terreno para el trabajo de construcción, cada participante debía preparar su corazón para la obra, comprometiéndose a redoblar los esfuerzos y su obediencia al Señor.
La música de la reunión fue brindada por el coro de la rama, tal cual lo ilustra la fotografía adjunta, entusiasmando a todos los presentes al dar comienzo al proyecto.



Hermanos que participaron de la Palada Inicial para la construcción de la capilla:
 LeRoy Todd, Lino Ávila, Héctor González, Samuel Borén, Mario Santana. Church History Library





Un año más tarde culminó el trabajo de construcción y el día 27 de junio 1964 se realizó una reunión en reconocimiento a los misioneros de construcción. 
En la misma, LeRoy Todd entregó las llaves del edificio culminado al entonces Presidente de la rama, Nepomuceno Gómez.

Para gran celebración el pueblo mormón y sus amigos, en el marco de la inauguración y dedicación de la capilla, los días del 2 al 4 de julio se abrieron las puertas del nuevo edificio para el recorrido del público melense. La convocatoria fue inmensa, y cientos de personas visitaron el centro y apreciaron su singular belleza arquitectónica.
El día  5 de julio de 1964 se efectuó la ceremonia de dedicación, presidida por el entonces Presidente de la Misión J. Thomas Fyans. A las 11:30 de la mañana, la radio local transmitió una versión pre-grabada por el coro de la Misión del himno "Bendice esta Casa". Al oír la transmisión por la radio radio, la gente del pueblo comenzó a acercarse a la capilla a fin de ver por si mismos la ceremonia. Como punto culminante de la ceremonia, el Presidente Fyans realizó la oración dedicatoria de la capilla.16 

A partir de ese hito, la rama de Melo continuó aumentando en cantidad y belleza. Para la década de 1970 era considerada una rama próspera, que se ganó el mote de "madre de misioneros", por el número de hombres y mujeres jóvenes que desde la ciudad eran apartados para predicar el evangelio. El crecimiento de la iglesia local tuvo como consecuencia que el 3 de agosto de 1975 la rama se dividiera en dos congregaciones, la rama Melo Norte y la rama Melo Sur.17 

Serían los primeros pasos que llevarían a una futura Estaca de Sión.




Primera capilla de Melo, Cerro Largo. 1965.

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Para el presente artículo se agradece la colaboración de Odilia Junca y Walter Lalinde.



Referencias:

1- Extracto tomado de Manuscrito histórico de la Rama Melo en Diogo, Rafael. Los Santos de los Últimos Días y su historia en Melo. 2015, 2da ed. digital 2019, p. 13.

2- Williams, F.S. y Williams F.G. From Acorn to Oak Tree. California: Et Cetera, 1987, p. 249.

3- Extracto tomado de Manuscrito histórico de la Rama Melo en Diogo, Rafael. Los Santos de los Últimos Días y su historia en Melo. 2015, 2da ed. digital 2019, p. 12.

4- Ídem., p. 14.

5- Williams, F.S. y Williams F.G. From Acorn to Oak Tree. California: Et Cetera, 1987, p. 251.

6- Ídem., p. 259.

7- Extracto tomado de Manuscrito histórico de la Rama Melo en Diogo, Rafael. Los Santos de los Últimos Días y su historia en Melo. 2015, 2da ed. digital 2019, p. 15


8- El Mensajero Deseret, julio 1950, p. 45.


9- El Mensajero Deseret, marzo 1951, p. 44.


10- El Mensajero Deseret, noviembre 1953, p. 45.


11- Manuscrito histórico de la Misión. Church History Library.


12- Ídem.


13- Ídem.


14- Ídem.


15- Ídem.


16- Ídem.

17- Ídem.

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