Los Templos de Sudamérica
Por Renan Apolonio
[3] Véase la publicación Uma nova era para a América do Sul, de 30 de abril de 2018:
[4] Véase el reportaje President Nelson condemns religious violence in wide-ranging interview,
de Tad Walch, en Deseret News el día 26 de octubre de 2018. Disponible en:
[5] Véase el reportaje After Concepción Chile Temple dedication and
tour conclusion, the prophet says 'There is much more to come', de
Sarah Jane Weaver, en Church News del día 28 de octubre de 2018. Disponible en:
https://www.thechurchnews.com/leaders-and-ministry/2018-10-28/after-concepcion-chile-temple-dedication-and-tour-conclusion-the-prophet-says-there-is-much-more-to-come-48332
Por Renan Apolonio
Rompiendo un
poco con la secuencia de los temas que estamos tratando en la serie de artículos
sobre la Historia de la Iglesia en Sudamérica, vamos ahora a comentar algo en cuanto
a los Templos que fueron dedicados, los que se están construyendo, y aún se van
a construir en esta parte de la viña del Señor, con un propósito muy especial:
celebrar los 40 años del primer Templo de Sudamérica.
Entre los días
19 y 28 de octubre el Presidente Russell M. Nelson realizó un tour más en su
ministerio global, de esa vez visitando a cinco países Sudamérica, Perú, Bolivia,
Paraguay, Uruguay y Chile.
Ya ahí vemos un hecho
notable. En su primer tour internacional, en abril de este año (2018), el
Presidente Nelson, visitó, en 11 días, ocho ciudades: una ciudad en Europa, una
en el Medio Oriente, dos en África, tres en Asia, y una en Pacífico. Pero, en
este viaje, él se quedó 10 días en un único continente, Sudamérica.
Y, culminando su
visita a esta tierra prometida, el Presidente Nelson dedicó el Templo de
Concepción Chile, el día 28 de octubre. Otro hecho notable, sobre todo cuando
nos damos cuenta de que en el día 30 de octubre de 2018 se conmemora el 40º
aniversario de dedicación del primer Templo de la Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días en Sudamérica, y, de hecho, en toda Latinoamérica, el
Templo de São Paulo.
De las ocho ciudades
que Presidente Nelson visitó en su primer gran viaje internacional, solamente
tres (Londres, Hong Kong y Honolulu) tienen un Templo dedicado; una ciudad (Jerusalén)
ya tuvo un Templo; y en las demás ciudades (Nairobi – Kenia, Harare – Zimbabue,
Bangalore – India, y Bangkok – Tailandia) hay Templos anunciados, pero no
dedicados.
Por otro lado,
todas las ciudades visitadas por Presidente Nelson, por Élder Stevenson y por
sus esposas poseen un Templo, incluyendo a Lima, que ya tiene su Templo, pero
pronto tendrá su segundo Templo[1], y
el recién dedicado Templo de Concepción, Chile.
Y más que eso –
todos los países Sudamericanos, excepto por las Guayanas, poseen al menos un
Templo. El nuevo Templo dedicado es el 18º Templo Sudamericano y el 160º de
toda la Iglesia[2].
Por eso, llevando
en cuenta la diferencia de solamente dos días entre la dedicación del 18º
Templo y el 40º aniversario do primer Templo en Sudamérica, ¡no podría haber un
mejor contexto para conmemorar!
La construcción
del Templo de São Paulo se anunció en 1975 por el Presidente de la Iglesia en
ese entonces, Presidente Spencer W. Kimball, quien tiene una larga relación con
Sudamérica, en la Conferencia de Área realizada en la ciudad de São Paulo.
São Paulo no fue
la primera ciudad en que la Iglesia se organizó en Sudamérica: Buenos Aires
(Argentina) fue la primera ciudad sudamericana en la que se realizaron bautismos
de conversos y donde se organizó una Rama de la Iglesia.
São Paulo tampoco fue la primera ciudad brasileña en recibir a la Iglesia: los primeros misioneros
fueron enviados a la ciudad de Ipoméia (en el Sur de Brasil) el año 1926, por
el Presidente Reinhold Stoff, Presidente de la Misión Sudamericana. Por otro
lado, São Paulo sólo recibió misioneros algunos años después.
Aún así, debido
a factores diversos como localización geográfica, población, y diversidad
cultural y religiosa, la Iglesia experimentó un rápido crecimiento en la ciudad
de São Paulo, justificando la creación de la Misión Brasileña el año 1935 con cabecera
en São Paulo, y el establecimiento de la primera Estaca de Sudamérica, en abril
de 1966. Por eso, aunque los miembros se sorprendieron al escuchar el anuncio de
la construcción del Templo de São Paulo, no fue ninguna sorpresa el hecho de
que el primer Templo de Sudamérica se construyera en la ciudad de São Paulo.
El Templo de São
Paulo se construyó para atender a todos los países de Sudamérica. Y, de hecho, James
E. Faust, cuando era Asistente de los Doce y estaba asignado a supervisar el
Reino de Dios en este bendecido continente, hizo un relato del progreso de la
Obra aquí, mencionando sus experiencias en la supervisión de la construcción del
Templo São Paulo, en una Conferencia General el año 1975.
Para el Élder
Faust, el increíble crecimiento de la Iglesia en Sudamérica luego de un comienzo
tan difícil era, sin dudas, una prueba de la realidad de la restauración del Evangelio
y de las Llaves del Sacerdocio por medio de profetas y apóstoles. Y, cuanto al
Templo, dijo:
La semana pasada, en el
local del Templo, mientras pensaba y ponderaba avancé para el local donde las dependencias
del Templo serán erguidas. La neblina ya se disipaba de modo que pude ver, a la
distancia, la gran ciudad de São Paulo.
Recuerdo que, cuando joven
misionero, presidí el trabajo en esa ciudad, con trece misioneros y cerca de
trescientos miembros. Existen actualmente, cuatro Estacas y cien misioneros en esa
ciudad.
(...)
Aquella mañana de la semana pasada,
caminé en dirección a los lugares santos del Templo intentando determinar, por las
estacas, dónde sería la sala de sellamiento. Ya parecía un lugar santificado.
Mentalmente, visualicé jóvenes
parejas, limpios y puros, de la manos y sonrisas en los labios, muchos con la piel
morena contrastando lindamente con las ropas blancas, los cuales irán a ese lugar
sagrado para casarse por el poder del Santo Sacerdocio de Dios para el tiempo y
para la eternidad.
Fue fácil imaginar la gran
alegría de familias enteras que se dirigirán a ese local para ser selladas y unidas
por la misma autoridad en una asociación familiar eterna, por causa de su merecimiento.
Vendrán de los desfiladeros y
llanuras elevadas de los Andes; de la orla marítima; vendrán de las grandes ciudades.
En ese local, las puertas del reino serán abiertas para aquellos que ya murieron
sin oportunidades de aceptar las bendiciones del Evangelio de Jesucristo aquí en
la tierra.
(...)
Con eso en mente y con los ojos
llenos de lágrimas, me acordé de haber escuchado de uno de nuestros óptimos
presidentes de Estaca de Sudamérica decir que, cuando fuera a la Conferencia General
en Salt Lake, él y su esposa tendrían que decidir qué dos de los cinco hijos
que llevarían consigo para ser sellados en el Templo. Se necesitan cuarenta y
tres soles para hacer un dólar.
Ahora sus planes cambiaron.
Están planeando llevar a todos sus hijos para el primer Templo de Sudamérica.
(...)
Contemplando todo eso, no podría
dudar de que ese es el trabajo de Dios aquí en la tierra.
Llegó la hora de caminar por
afuera de los límites formados por las pequeñas Estacas fincadas en el suelo,
marcando la dimensión del tan aguardado Templo.
Intenté imaginar cuán alto el
frontispicio será. Al mismo tiempo, intenté imaginar el momento en que los bajos
y rígidos indios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay se dirigirán
para aquél lugar y verán a ese mismo frontispicio.
Me gustaría saber si a algunos
de ellos no les gustaría admirar las finas artesanías del edificio comparándolas
con la calidad de las artesanías de los muros sagrados de los edificios de sus
antepasados aún de pie en Cuzco, en Macchu Picho y en varios otros lugares de
Sudamérica. Ellos también tuvieron sus Templos.
(...)
¿Qué significa ese Templo,
que está para ser erigido en Sudamérica, para su pueblo? Significa grandes y duraderas
bendiciones. También significa gran sacrificio.
(...)
¿Cómo va el trabajo del
Señor allá, ahora? ¿Problemas? Existen muchos. ¿Desafíos? Son grandes, pero el
progreso es casi increíble.
Ese Templo
realmente bendijo enormemente a toda una generación de miembros de la Iglesia
que por años fueron los pioneros en sus países, soñando con un día conocer un
Templo del Señor. Ese Templo hizo posible el recibimiento de las ordenanzas de
salvación eterna para miles de miembros de todos los países de Sudamérica, lo
que fortaleció la Iglesia en todo el continente, haciendo posible, también, la
preparación de la gente de Sudamérica para realizar ese mismo trabajo sagrado en
sus propios países a lo largo de los años.
Estos son los 18
Templos de Sudamérica, por país, con los años en que se dedicaron:
Brasil - São Paulo (1978, rededicado el 2004), Recife (2000), Porto
Alegre (2000), Campinas (2002), Curitiba (2008), y
Manaus (2012)
Argentina - Buenos Aires (1986,
rededicado el 2012), ey Córdoba (2015)
Perú - Lima (1986) y Trujillo (2015)
Uruguay - Montevideo (2001)
Chile - Santiago (1983) e Concepción
(2018)
Paraguay - Asunción (2002)
Colombia - Bogotá (1994)
Bolivia - Cochabamba (2000)
Ecuador - Guayaquil (1999)
Venezuela - Caracas (2000)
Aparte de esos 18 Templos dedicados y en
funciones, Sudamérica aún
tiene 11 Templos anunciados, pero todavía no dedicados:
Brasil – Fortaleza, Rio de Janeiro, Belém, Brasilia
y Salvador
Argentina – Salta y Mendoza
Perú – Lima Los Olivos, y Arequipa
Colombia – Barranquilla
Ecuador – Quito
Como dijo el Presidente Faust, en otra parte de su discurso, “el trabajo
está apenas comenzando”.
Para finalizar, se debe destacar el destino promisorio de América del
Sur, como ha sido enfatizado por el Presidente de la Iglesia, Russell M.
Nelson.
Como ya se dijo en
otra oportunidad[3],
cuando Russell M. Nelson nació
(1924) la Iglesia aún
no se había establecido en Sudamérica.
Solamente en el
año 1925 el Elder Melvin J. Ballard (del Consejo de los Doce) abrió la Misión
Sudamericana y dedicó este continente para la predicación del Evangelio.
Y, en el mismo día en que se sostuvo en Asamblea Solemne a Russell M. Nelson como Presidente de la
Iglesia, el Élder M. Russell Ballard (nieto de Melvin J. Ballard) como
Presidente interino del Cuórum de los Doce, también sostuvimos al primer sudamericano
a recibir el llamamiento de Apóstol, el Élder Ulisses Soares, de São Paulo,
Brasil.
En entrevista con el biógrafo oficial del Papa Francisco, concedida en
su visita a Sudamérica, el Presidente Nelson dijo:
Ahora
el centro de la gravedad ha cambiado para el hemisferio sur. Sudamérica y África son
fuertes en su fe.[4]
Y, luego de la dedicación del Templo de Concepción Chile, el Profeta
de Dios en la tierra dijo:
"Somos
testigos de un proceso de restauración. (...) Si piensas que la Iglesia fue
totalmente restaurada, estás apenas viendo el comienzo.
Hay
mucho más por venir.” [5]
[1] Con eso, Lima será la segunda ciudad en el mundo a
poseer dos Templos. La primera ciudad en alcanzar ese marco es Provo Utah.
[2] No es de hoy que Sudamérica supera marcos en la historia de los Templos de la Iglesia
en esta última dispensación. En los años 90, cuando Gordon B. Hinckley se volvió
el Presidente de la Iglesia, él anunció la meta de haber más de 100 Templos
dedicados en todo el mundo hasta el año 2000. El 100º Templo fue el Templo de
Boston, dedicado en 1º de octubre de 2000. Pero la meta, que era a de
ultrapasar 100 Templos fue cumplida en Sudamérica, cuando el Templo de Recife Brasil se dedicó el 15 de
diciembre de 2000 y el de Porto Alegre Brasil se dedicó el 17 de diciembre de
2000, respectivamente, los Templos de número 101 y 102 de la Iglesia.
[3] Véase la publicación Uma nova era para a América do Sul, de 30 de abril de 2018:
https://estudos-sud-br.blogspot.com/2018/04/uma-nova-era-para-america-do-sul.html
[4] Véase el reportaje President Nelson condemns religious violence in wide-ranging interview,
de Tad Walch, en Deseret News el día 26 de octubre de 2018. Disponible en:
https://www.deseretnews.com/article/900039009/president-nelson-condemns-religious-violence-in-interview-with-pope-francis-biographer.html
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