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Legado Pionero: Fe durante la Persecución

Este 24 de julio se celebra un nuevo Día de los Pioneros; aniversario de la llegada en 1847 de las primeras compañías de mormones al Valle de Salt Lake. Los inmigrantes y refugiados mormones, liderados por Brigham Young, recorrieron a pie o en carromatos, una gran extensión del continente norteamericano, aproximadamente dos mil kilómetros, dejando atrás con temor a la persecución y en la pobreza, la frontera de lo que era conocido como Estados Unidos.

No era la primera vez que los mormones debieron abandonar su tierra, sus hogares, las ciudades desarrolladas con tanta industria, y sus preciados templos erigidos con gran sacrificio, para buscar refugio, paz y libertad de adorar al Señor sin ser molestados. 

No fue esa la primera ocasión en que emigraron a causa de que el populacho incendió sus casas y violó a sus mujeres, ni que los traidores y apóstatas les traspasaron el alma con blasfemias y mentiras, ni que las corruptas autoridades civiles le dieron la espalda a un pueblo cuyos derechos fueron pisoteados por motivo de su fe. 

Desde los primeros años la persecución mostró su horrible rostro y expulsó a los santos de un lugar a otro. De Nueva York a Ohio, de allí a Misuri y luego a Illinois. Cuando pensaron que la ciudad "Hermosa" les serviría de lugar de refugio, los atropellos, las prisiones y el asesinato del Profeta José Smith y su hermano el Patriarca Hyrum Smith, así como las amenazas de mayores represalias, obligaron a los mormones  a partir nuevamente, mayormente destituidos de bienes terrenales, durante el crudo invierno, hacia territorio desértico y en gran parte inexplorado, en un éxodo sin paralelo en la historia de la humanidad.

El acoso y las persecuciones por motivos religiosos no cesaron una vez establecidos en el territorio de Utah. Sin embargo, a pesar de la violencia, el desprecio y los malentendidos, el pueblo mormón se mantuvo unido y fiel a sus principios. Brigham Young y sus colaboradores jugaron en esa etapa un rol fundamental como profetas y defensores del mormonismo.

Masacre de Haun's Mill, por C.C.A. Christensen

A fin de comprender mejor, si retrocedemos unos años a cuando la Iglesia se encontraba en Misuri, las hostilidades se incrementaron a tal grado que el gobernador del estado emitió una "orden de exterminio" en 1838 que declaraba: "Los mormones deben ser tratados como enemigos, y deben ser exterminados o expulsados del estado si es necesario, para conservar la paz pública; sus atrocidades van más allá de toda descripción". 1

Amparados en ese comunicado, tres días después la pequeña comunidad de santos ubicados Haun's Mill sufrió el ataque de doscientos hombres armados, que tuvo como consecuencia el asesinato de diecisiete hombres y niños indefensos, y quince heridos. Hoy se conoce como la masacre de Haun's Mill. 

Llamó mi atención el hecho de que hasta febrero 1976 se mantuvo vigente (al menos en los papeles) esa "orden de exterminio" en el estado de Misuri contra los mormones, cuando el decreto fue anulado por el entonces gobernador del estado.2

Asimismo, en abril de 2004, representantes del estado de Illinois visitaron Salt Lake City y formalmente presentaron disculpas por las atrocidades cometidas contra los santos en dicho estado y por el asesinato del fundador de la Iglesia.3

Durante aquellos años tempestuosos, Brigham Young contempló: "[Dios] ha guiado a este pueblo en diferentes partes de los Estados Unidos y el dedo del desprecio lo ha señalado… El Señor tiene un propósito en esto (...) cuando este pueblo es llamado a experimentar aflicciones y sufrimiento, a ser expulsado de sus hogares, abatido, dispersado, golpeado y saqueado, el Todopoderoso adelanta Su obra con mayor rapidez (...) Cada vez que se persigue al Mormonismo, se lo mejora; nunca se le derrota."4

Al meditar sobre las experiencias de los pioneros, es posible que tengamos la inclinación a comparar nuestros problemas con los de ellos. Sin duda es un ejercicio recomendado que nos puede brindar fortaleza en tiempos de aflicción. Sin embargo, no perdamos de vista que existen diferencias entre los desafíos que los pioneros del siglo XIX experimentaron y las pruebas por las que como mormones de esta época se nos ha señalado pasar. Cada generación debe enfrentar sus propios desafíos, tan complejos unos como otros. 

Recordemos que ellos como pueblo sufrieron persecución por el hecho de ser mormones y aferrarse a los principios que consideraban revelados por el Señor mediante profetas. 

Por lo tanto, dentro de lo posible, evitemos el análisis superficial que muchas veces equipara nuestros problemas cotidianos con el sufrimiento atravesado de los pioneros de la Iglesia. Subrayamos el factor fundamental que distingue nuestras pruebas: fueron perseguidos como comunidad por motivo de su religión. Algo que desde la distancia nos parece tan absurdo, y sin embargo a veces llegan noticias de otras partes del mundo en que algunos hijos de Dios de otras denominaciones también ven violentados sus derechos por esa y otras causas. Atesoremos y defendamos la libertad religiosa que hoy disfrutamos. 

Ahora, a pesar de que las pruebas de nuestra era se diferencian de las que afrontaron los pioneros de la Iglesia, al comprender su motivación para superar los desafíos y su fe en Cristo, podemos sentirnos identificados e intentar emular sus obras en nuestra vida. Los atributos cristianos que ellos desarrollaron deben ser los mismos que nosotros debemos procurar a fin de edificar Sión y desenvolvernos como individuos y comunidad.
Para concluir, la cortina de los años cayó, se han ido los heroicos días de José, Hyrum, Brigham Young, John Taylor y tantos otros hombres y mujeres conocidos o anónimos que se matuvieron fieles a la Iglesia aún estando en "el último carro"5. El evangelio se está expandiendo por el mundo y "vemos disminuir el porcentaje de los miembros de la Iglesia que viven en los valles de Utah, a la sombra de [aquellas] grandes montañas"6. Nosotros también podemos nombrar a nuestros esforzados pioneros locales, que con su vida ejemplificaron el principio de la perseverancia hasta el fin a través de sus propias pruebas y desafíos. 

Como ellos manifestaron fe en su vida, haciéndose eco de las palabras de sus mayores, también podemos este Día de los Pioneros expresar con confianza: “hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas”7.



1. Roberts, B.H. A Comprehensive History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints. Provo: BYU Press, 1965. Impreso.
2.www.lds.org/ensign/1976/09/news-of-the-church/extermination-order-rescinded?
3.www.nytimes.com/2004/04/08/us/illinois-tells-mormons-it-regrets-expulsion.html
4. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young. 1997.
5. www.lds.org/ensign/1997/07/to-them-of-the-last-wagon?
6. Wirthlin, Joseph. La fe de nuestros padres. Liahona: abril 1996.
7. Artículo de Fe N°13 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

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