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Ecos de los Andes: el evangelio se establece en Perú


Antecedentes

Con gran entusiasmo misional, en el año 1851, el Presidente Brigham Young autorizó como parte de la Misión del Pacífico a un grupo de misioneros encabezado por el Apóstol Parley P. Pratt a iniciar la obra de predicación en Chile. Era la primera vez que se enviaba misioneros mormones a un país sudamericano. Desafortunadamente, las condiciones sociales y políticas existentes allí, así como las carencias de los propios misioneros en cuanto al dominio del idioma y medios de sustento, causaron que la experiencia no resultara de acuerdo a sus expectativas.[i]

Apóstol Parley P. Pratt.
 Un gran misionero de la nueva Dispensación.
De regreso a su hogar en 1852, Elder Parley P. Pratt escribió una carta al Presidente de la Iglesia donde informó su trayecto y en la cual manifestó la opinión de que si hubiera ido a Perú en lugar de Chile probablemente hubieran tenido más éxito.[ii] A partir de ese frustrado intento misional, similar a experiencias poco fructíferas en países europeos de raíz latina y católica, causaron que se instalara una especie de prejuicio entre los miembros hacia las condiciones provisorias en materia cultural y espiritual de tales países ante la llegada de misioneros.[iii] Sin embargo, las promesas que se hayan en el Libro de Mormón y se extienden a los hijos de Lehi, estaban presente en la mente de los dirigentes de la Iglesia, y se esperaba con anhelo que un día los pueblos sudamericanos se abrieran paso entre las turbulencias políticas y sacudieran los grilletes de las falsas tradiciones a fin de reclamar las bendiciones sagradas pertenecientes a su tierra y linaje. Como expresara el Elder Pratt en su misiva a la Presidencia de la Iglesia, confiaba en: “la restauración de innumerables millones de la casa de Israel y de José –aún de muchas naciones esparcidas a lo largo de esta importante porción de tierra,… sabiendo que Dios, que ha declarado ciertas cosas, hará que ello sea llevado a cabo en su propio y debido tiempo.”[iv]

Iban a transcurrir muchos años, precisamente hasta 1925, para que la Iglesia nuevamente enviara misioneros a Sudamérica para iniciar la obra de predicación. En esa ocasión, el Elder Melvin J. Ballard del Cuórum de los Doce Apóstoles, junto a Rey L. Pratt, nieto del mencionado Parley P. Pratt y Presidente de la Misión Mexicana, embarcados en misión en Buenos Aires, Argentina, dedicaron las tierras sudamericanas para la predicación del evangelio. No obstante este paso importante, en un principio la obra se desarrolló principalmente entre inmigrantes europeos. [v]


Apóstol Melvin J. Ballard y Presidente Rey L. Pratt, Argentina, 1925


En 1928 en Argentina, a pedido del Presidente de la Misión Sudamericana Reinhold Stoof, y a raíz del deseo de Elder Melvin J. Ballard, se encomendó a un misionero de nombre J. Vernon Sharp que visitara a la población indígena de Jujuy. Sin embargo, a pesar de sus expectativas vio que el pueblo se encontraba en una situación opresiva y sin preparación.
Por el contrario, Elder Sharp observó que un poco más hacia al norte del continente, en Perú y Bolivia, las condiciones no eran tan negativas. Y en ese mismo año recomendó a la Iglesia que si se tenía intenciones de llevar la obra misional entre los habitantes indígenas de Sudamérica se comenzara por Perú.[vi]

No fue Elder Sharp el único que focalizó al Perú como una tierra donde estaban dadas las condiciones para la apertura de una misión. Frederick S. Williams, al momento un experimentado misionero retornado y expresidente de misión[vii], en 1946 planteó a la Primera Presidencia la interrogante: "¿Por qué la Iglesia no hace más cosas en Sudamérica?", y entregó una propuesta de proselitismo en este continente. En ella incluyó un listado de los países que a su entender estaban más preparados para recibir misioneros: “Según recuerdo, Uruguay encabezaba la lista seguido por Perú, Chile, Paraguay…”[viii]

En la década de 1950

Previo a la apertura oficial de la Iglesia en Perú, algunas familias estadounidenses que profesaban la fe se radicaron en el país por motivo de las compañías mineras de cobre instaladas en el territorio. Cada tanto efectuaban reuniones de Escuela Dominical y alguna que otra reunión especial durante la llegada de algún visitante distinguido. La familia de Stanley A. Moore “mantuvo vivo el espíritu del evangelio” cuando no existía organización de la Iglesia[ix].

En 1954 se dio un nuevo paso para la apertura de la Iglesia en Perú, cuando en febrero el Presidente David O. McKay y su familia realizaron una visita en el marco de una gira por la región. Durante la misma se manifestó que consideraba comenzar la predicación de la obra allí.

Asimismo, en enero de 1955, el Elder Mark E. Petersen del Cuórum de los Doce Apóstoles también visitó la nación durante una gira por las misiones sudamericanas.

A comienzos de 1956, por razones laborales, llegó a Lima la familia de Frederick S. Williams, que una vez más jugaría un papel importante en el establecimiento de la Iglesia en un país latinoamericano.  Un mes más tarde se radica también en Lima Charles H. Shaw y familia. Con la llegada de estas numerosas y dinámicas familias, el grupo de extranjeros mormones comenzó a efectuar reuniones sacramentales semanalmente, así como la Mutual para jóvenes, y entre sacerdotes.


Familia Williams. Montevideo, 1950

Al poco tiempo, el hno. Williams consultó por carta al Presidente Frank E. Parry de la Misión Uruguaya: "¿Cómo podemos hacer para arreglar que nuestro pequeño grupo mormón sea incorporado a la Misión Uruguaya?”[x] El grupo se componía de dos familias con diez miembros cada una. A raíz de ese impulso el Presidente Parry informó del interés a las Autoridades Generales en Salt Lake City.


Frank D. Parry, Pte. de la Misión Uruguaya en 1956 y familia.

Como respuesta, el 9 de abril de 1956 el Presidente Parry recibió una contestación de la Primera Presidencia expresando que iba a enviar dos misioneros a Perú. A su vez se le informó que de allí en más considerara Lima como una Rama de su Misión Uruguaya, y le sugirieron que se nombrara a Frederick S. Williams como el presidente de la misma.

A fin de formalizar la apertura de la Iglesia en Perú y anexarla a la obra de la Misión Uruguaya, el 6 de julio llegó el Elder Henry D. Moyle del Cuórum de los Doce Apóstoles.

Con fecha 8 de julio se organizó la Rama Lima en casa de Charles Howard Shaw, ubicada en calle Los Cedros 320. La reunión fue presidida por Henry D. Moyle. A la misma asistieron treinta personas, entre las cuales se encontraron dos hermanas de origen peruano, Ana Gloria Giustra  y su madre. Casi todos los presentes expresaron algunas palabras para la ocasión, y un trío conformado por miembros de la familia Williams entonó varias canciones.[xi]

Posteriormente se apartó a Frederick S. Williams como Presidente de la Rama Lima, con los hermanos Moore y Shaw como consejeros, ambos ordenados al oficio de Sumo Sacerdote y a Frederick G. Williams como secretario. El Apóstol Moyle culminó la reunión y “expresó palabras proféticas acerca del futuro de la obra en este país e invocó las bendiciones del Señor sobre la Rama y sus miembros.”[xii]


Primera Presidencia de la Rama Lima, julio 1956, (izq. a der.): Frederick G. Williams, secretario,
Stanley A. Moore, 1er. consejero, Frederick S. Williams, presidente, Charles H. Shaw, 2do. consejero.
Con permiso de Frederick G. Williams.


Al día siguiente tuvo lugar una entrevista entre el Presidente Parry y Elder Moyle con el General Feliz Huamán, Ministro de Justicia y Religión a cargo de los Asuntos Extranjeros, explicando los motivos de la presencia de la Iglesia en el país y explicitando los deseos de abrir una Misión proselitista. El Ministro fue muy amable y les requirió que efectuaran la petición por escrito a consideración del Presidente electo de Perú, el Sr. Manuel Prado.[xiii]

Habiendo tramitado formalmente el permiso para predicar, el Presidente Parry envió el día 3 de agosto desde Uruguay a los Elderes Darwin Thomas y Sherl Plowman, los dos primeros misioneros en servir en Perú. El 8 de agosto llegaron dos nuevos élderes, Thomas E. Hall y Donald LeRoy Hokanson.

La obra continuó avanzando y el 16 de setiembre el Presidente Parry organizó oficialmente la Rama Tacna, con Marion G. Robinson como presidente, Anthon Turely y Thadius W. Geer como consejeros, con Walter A. Shupe como secretario.
El 30 de noviembre se compró una propiedad en Avda. Orrentia 1210, Distrito San Isidro, Lima, que serviría por un tiempo como local de la Rama Lima.


Hno. F.S. Williams frente a la capilla original de la Rama Lima (1210 Avda. Orrantia, San Isidro). comprada en 1956.
Posteriormente sirvió como Casa de Misión de la Misión Lima Sur. Foto de Charles H. Shaw.
Con permiso de Frederick G. Williams.


A fines de 1956 los misioneros reportaron a la Misión experiencias destacadas que elevaban los ánimos de los misioneros: “cumpliendo las profecías en el Libro de Mormón… un hombre lamanita… con su esposa y tres hijos. Nunca tuvimos que probarle nada, simplemente aceptó el mensaje. En tres días leyó hasta Mosiah. Hizo preguntas pertinentes que evidenciaban su lectura. Anoche nos dijo dos veces que sabía Dios nos había enviado a su puerta…” (Carta al Pte. Frank D. Parry del 10 de diciembre de 1956).

Después de unos meses de serena espera, el 27 de marzo de 1957, el gobierno peruano otorgó a la Misión personería jurídica, habilitando a la Iglesia a comprar y practicar la religión en todo el país y establecer ramas sin restricción oficial.

El 6 de enero de ese año, se realizó la primera reunión de la organización Primaria, con Rhoda Turley como presidenta de la organización. Y el 17 de febrero se llevó a cabo la reunión de apertura de la Sociedad de Socorro con Helen Hayne como presidenta.

La expansión de la obra en Perú continuó con entusiasmo, y en junio, luego de ver las posibilidades, el Presidente Parry decidió enviar misioneros a Arequipa "la segunda ciudad más grande de Perú". Luego, visitó la ciudad de Tacna a fin de encontrar un sitio apropiado para la futura construcción de una capilla.

Comenzando el año 1958, la Misión oficializó la apertura de la Escuela Dominical en la ciudad de Ilo, dependiente de la Escuela Dominical de la Rama Tacna, dado que se congregaba a tres familias de miembros. El 31 de marzo se dio apertura a la Rama Ilo. La mayoría de los miembros de Ilo y Toquepala eran originiarios de Arizona, Estados Unidos, o de las Colonias mormonas en México.

En abril, la Misión Uruguaya se encontraba con un nuevo Presidente, Arthur Jensen, quien participó en la ceremonia la Palada Inicial de un terreno en la ciudad de Toquepala a fin de dar inicio a la construcción de una capilla. La Southern Peruvian Copper Corporation prestó la maquinaria para la ocasión. En la época se convirtió en la capilla ubicada en el terreno más alto en relación al nivel del mar construida por la Iglesia.


Capilla Toquepala, Perú, en construcción.


La impresión de la Misión era muy favorable con respecto al presente y futuro de la Iglesia en el país, y en las oficinas radicadas en Uruguay se registró: "Se ha sentido el Espíritu del Señor por todos... dieciocho bautismos demostraron más allá de nuestras palabras y facultades que el campo en Perú está maduro y pronto para la cosecha".

A ese paso, la obra en Perú no pasaba desapercibida para la cabecera de la Iglesia en Salt Lake City, y en el marco de una gira por la Misión Uruguaya, el 22 de marzo de 1959 el Elder Spencer W. Kimball, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, visitaron los lugares donde se estaba predicando el evangelio: Lima, Ilo, Toquepala y Tacna. Fueron recibidos por los entusiastas miembros con una cena y números musicales en su honor y por motivo de su cumpleaños. El clima de hermanamiento y alegría fue tal que el mismo Apóstol se sentó al piano utilizado en la reunión y dedicó un himno a los presentes. El  29 de marzo presidió la dedicación del edificio de la Rama Toquepala.


Dedicación de la capilla Toquepala, Perú, 1959 (Izq. a der.): Pte. Misión Uruguaya Arthur Jensen y Hna. Jensen, Hna. Camila E. Kimball, Apóstol Spencer W. Kimball, Hna. Corraine S. Williams y Frederick S. Williams.
Con permiso de Frederick G. Williams.

Visita de la Hna. y Elder Kimball a Cuzco, Perú, 1959.
Acompañado Pte. y Hna. Jensen, y de la Hna. y Hno. Williams.
Con permiso de Frederick G. Williams.

Al poco tiempo, se informó que se consideraba cerrar la Rama Ilo dado que la única familia que poseía sacerdote iba a mudarse de lugar. Y definitivamente, el 3 de junio cesaron por entonces las actividades organizadas por dicha Rama y sus registros pasaron en poder de la Rama Tacna.

El progreso y la alegría también se experimentaron a la par de desafíos que de a poco se asomaban. A poco tiempo de la dedicación de la capilla Toquepala se reportó que gente del pueblo resintió la actividad de la Iglesia y el nuevo edificio. El grado de malestar aumentó al grado que la Iglesia Católica local publicó panfletos y dedicó misas en manifiesta oposición.

Asimismo, a raíz de la necesidad de efectuar bautismos de conversos, los misioneros solicitaron a una congregación evangélica el uso de su pileta bautismal, más el pedido fue rechazado. Empero, otra congregación protestante accedió a prestar sus instalaciones y las ordenanzas pudieron llevarse adelante sin inconvenientes.

La oposición persistió en su curso, mas continuaron sucediendo hechos favorables, como los primeros bautismos en Arequipa el 23 de mayo de 1959, y la llegada de un piano para la Rama.

La nueva Misión Andina

El 1° de noviembre de 1959 fue un día memorable en Perú y su país hermano Chile. En esa fecha llegó el Elder Harold B. Lee, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles para separar la obra en Perú de la Misión Uruguaya y conformar junto con Chile (perteneciente a la Misión Argentina), y Bolivia, la nueva Misión Andina.

Estando Elder Lee en Lima se efectuó el cambio y la creación de la Misión número cincuenta de la Iglesia. Debido a la dificultad de trasladarse y la distancia, tuvo lugar otra reunión con análogo fin el 29 de octubre en Santiago de Chile, "en los amplios jardines que rodean la capilla de la Rama Providencia."[xiv]


Presidencia de la  Misión Andina: Pte. James Vernon Sharp con su esposa, Joseph R. Quayle, 1er. consejero,
su esposa Beth y su hija Lucille y Elder Wallace Baker, 2do. consejero. 1960.

Hno, y Hna. Quayle, Pte. y Hna. Sharp, Hna. Fern T. de Lee y Apóstol Harold B. Lee, Hna. y Pte. Lorin N. Pace de la Misión Argentina, y Hna. y Pte. Arthur M. Jensen de la Misión Uruguaya. 1960.


En Lima (cabecera Central de la nueva Misión), se sostuvo a Vernon J. Sharp (el mismo que visitó como misionero y recomendó la predicación en Perú en 1928) como Presidente de Misión, Joseph R. Quale como primer consejero asignado a Chile (quedando como cabecera Sur de la Misión) y Elder Wallace Baker como segundo consejero. Dada la compleja condición política existente en Bolivia, se decidió que no sería prudente enviar misioneros al momento pero que se llevaría a efecto ni bien cambiara la situación ya que “hay en Bolivia por lo menos tres ciudades excelentes donde pueden trabajar los misioneros” declaró el Apóstol Lee.[xv]

La ceremonia en Lima se llevó a cabo en la Rama San Isidro. El hermano Luis Avanto entonó una composición propia dedicada a la nueva Misión con letra de Frederick S. Williams, que se tituló "La Misión de los Andes”. A pedido de Elder Harold B. Lee se cantó dos veces durante esa reunión.

Al finalizar el discurso el Apóstol Lee expresó: “Y ahora, obrando por la Presidencia de la Iglesia y en virtud de la autoridad de mi Santo Apostolado, declaro la organización de la nueva Misión Andina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la 50ª. Misión de la Iglesia. El Señor bendiga a esta grande misión, a fin de que se desarrolle y florezca, y sea esto el principio de un esfuerzo mayor que todos los anteriores, pues doy mi humilde testimonio de que este es el evangelio de Jesucristo, que es el poder de Dios para salvación…”[xvi]



[i] Tuttle, A. Theodore. Sudamérica: tierra de Promisión y Profecía, Liahona agosto 1963, p. 181.
[ii] Grover, Mark L., Perú: Fulfilling the Prophecies, en A Land of Promise and Prophesy: Elder A. Theodore Tuttle in South America, 1960-1965 (Provo, UT: RSC, BYU, 2008), 232-60.
[iii] Conference Report, Elder Stephen L. Richards, 3 octubre 1948, p. 148. Y consultar además Lyon, Thomas E. A Fruitful Seed: Nurture and Nature of the gospel in South America, Sunstone, Julio 1988, Volumen 12:4, Nro.66, p. 44.
[iv] Tuttle, A. Theodore. Sudamérica: tierra de Promisión y Profecía, Liahona agosto 1963, p. 181.
[v] Conference Report, Elder Stephen L. Richards, 3 octubre 1948, p. 147.
[vi] Grover, Mark L., Perú: Fulfilling the Prophecies, en A Land of Promise and Prophesy: Elder A. Theodore Tuttle in South America, 1960-1965 (Provo, UT: RSC, BYU, 2008), 232-60.
[vii] Ambas ocasiones en la República Argentina.
[viii] Williams, F.S. y F.G., From Acorn to Oak Tree, (Et Cetera, CA: 1987), p. 203.
[ix] ___, p. 289.
[x] ___, p. 291.
[xi] ___, p. 293.
[xii] Ibídem.
[xiii] ___, p.294.
[xiv] Liahona enero 1960, p.13.
[xv] ___, p.15.
[xvi] Ibídem.

Comentarios

  1. Hola, soy de Brasil, y estoy escribiendo sobre la historia de la Iglesia en sudamerica. Me encanto esta publicacion.
    He notado que ustedes utilizaron algunas fotos con el permiso de Frederick G. Williams. Me podrian pasar su contacto? Es que el sabe de muchas informaciones que necesito para mi libro. Gracias.

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