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Todos ellos eran jóvenes


La Iglesia siempre ha manifestado gran interés en el bienestar y porvenir de la juventud. A su vez, los jóvenes han encontrado en el evangelio y la Iglesia restaurada un ambiente propicio donde desarrollar su potencial, socializar y aumentar la fe en el Señor.

Naturalmente, en los países sudamericanos lo antedicho no fue una excepción. En general han mostrado una sana curiosidad, disposición y respeto hacia los misioneros y la Iglesia.

En Uruguay, la tendencia amigable tuvo su expresión elevada al final de la Segunda Guerra Mundial y durante la década del Cincuenta. La victoria aliada en el campo de batalla europeo y japonés, y la imagen difundida a través del cine otorgó a los norteamericanos de la época, y por ende, a los misioneros de tal origen, cierta admiración de parte de los jóvenes. Asimismo, un par de caballeros vestidos en traje, sombrero, con alrededor de veinte años de edad, carisma y complicado acento anglosajón, caminando por calles empolvadas de pueblos monótonos, despertó interés y generó gran convocatoria -al menos hasta que se profundizó en temas religiosos. Aquellos que fueron receptivos a la predicación religiosa fueron quienes a la postre continuaron en el camino y en asociación con los misioneros.

Las Autoridades Generales de la Iglesia, en las primeras visitas a estas tierras sudamericanas, se refirieron con entusiasmo al potencial de la juventud mormona. El Elder Melvin J. Ballard del Cuórum de los Doce Apóstoles, a instancias de la Dedicación del continente para la predicación del Evangelio y el establecimiento de la Misión, oró diciendo: "Recuerda con misericordia la 'esperanza de Israel', la juventud de la Iglesia que deberá sobrellevar las responsabilidades del futuro, que ellos puedan mantenerse limpios y puros de los pecados del mundo, que puedan ser hallados dignos de su herencia y llegar a su glorioso destino".1

Varios años más tarde, el Elder Stephen L. Richards, del mismo Cuórum, en Conferencia General reportó su experiencia en Argentina, Brasil y Uruguay, y comentó sobre los jóvenes que conoció durante su gira: 

"Nuestras perspectivas más prometedoras están en la juventud en todos estos países... esta gente joven admira muchas cosas de Norte América. Saben mucho a través del cine."2


La Mutual

En las primeras décadas de la Iglesia en Uruguay, la Asociación de Mejoramiento Mutuo (A.M.M.) o Mutual para los jóvenes "de doce a noventa y nueve años" fue la organización encargada de llevar adelante las actividades espirituales, recreativas, culturales, sociales, artísticas y deportivas. Su constancia semanal, con alto contenido misional y deseos de apertura, significó un espacio de encuentro recordado con simpatía por todos los que alguna vez pudieron asistir.

Las actividades presentaban un abanico de variedades que podía ir desde una sesión de diapositivas retratando sitios populares de los Estados Unidos, una charla espiritual, juegos de ronda, deportes, visitas a sitios patrimoniales o de recreo, shows de talentos, recitado de poemas, y un etcétera tan amplio como los recursos e ingenio de la Rama y misioneros de turno podía abarcar.



El espíritu de camaradería que predominaba en aquellas congregaciones poco numerosas y reunidas en casas ambientadas en capilla, invitaba a jóvenes, niños y adultos, miembros y no miembros, a acercarse y colaborar para que la jornada se desarrollara con éxito y calidez, marcando momentos para el recuerdo. Nadie se sentía excluido, y se generaron prácticas amigables de gran significado, como por ejemplo que, en una Rama del Interior, a la culminación de la actividad, los jóvenes fueran servidos con chocolate caliente que hermanas mayores habían estado preparando en la cocina. Se formaba una familia con lazos espirituales.


Un visionario del P.F.J.

La juventud de hoy disfruta desde hace un tiempo del exitoso programa Para la Fortaleza de la Juventud (P.F.J.). Este incluye varias jornadas de conferencias y convenciones que tienen lugar en un predio en Piedras de Afilar, donde se encuentra el campamento denominado Centro Recreativo Deseret.

En los primeros años de la Iglesia, también se realizaron salidas, campamentos y convenciones, tanto en Montevideo como en el Interior. Lo que me pareció interesante hallar fue la intención del presidente Williams de contar temprano en 1949 con un lugar propio donde efectuarlas. Tenía su mira puesta en esos humildes y entusiastas jóvenes que lo acompañaban con fe en el mensaje. El Mensajero Deseret registró su deseo:

"Espero podremos adquirir un terreno propio dentro de algún tiempo y construir un campamento permanente donde la juventud podrá disfrutar del aire, sol y playa, durante los días calurosos del verano. Sería un hermoso proyecto para las mutuales de la Misión."




Las Convenciones

Desde muy temprano en la historia de la Misión se realizaron Convenciones para los jóvenes. Hay dos de ellas que deseamos recordar:

Primera Convención de Jóvenes en el Interior del país

La Primera Convención de Jóvenes en el Interior del país, con sede en Paysandú, se realizó el 10 de octubre de 1952. Organizada por la A.M.M. y bajo el auspicio del presidente de la Misión Lyman S. Shreeve, tuvo una duración de tres días y marcó un hito en la Misión de la época, dejando en evidencia la fortaleza de la juventud, que durante meses de anterioridad se dedicó a obtener el dinero, a fin de costear los gastos de traslado, alojamiento y alimentación. Todas las Ramas se dispusieron a vender comida, organizar bailes, encuentros artísticos, etc., a efectos de recaudar los fondos necesarios. Los bailes primaverales, los torneos deportivos, la música de moda y el colorido de la amistad en la fe era una ocasión que nadie quería perderse.

Una vez en Paysandú, con el fin de efectuar una amplia convocatoria, una caravana de jóvenes recorrió las avenidas principales de la ciudad con un parlante y anunciando las actividades. Asimismo, el presidente Lyman S. Shreeve invitó a los oyentes por Radio CW-35, y en la misma frecuencia y al aire, un grupo cantó "Vamos a la Convención" escrito para el encuentro por el matrimonio Shreeve.

El evento comenzó con una obra teatral titulada "A ellos también debo traer" y presentada en el Teatro Florencio Sánchez. Conrado Torres, un investigador, con la colaboración de Martha Canals, elaboraron el vestuario para la obra. 

Seguidamente, se dio por comenzado el primer campeonato de básquetbol para jóvenes varones de la Misión, en pos de un trofeo denominado "Pte. Shreeve" (que actualmente se encuentra en la vidriera de historia de la Iglesia ubicada en el Hostal del Templo de Montevideo). El mismo fue ganado por el equipo de la Rama Rodó.  Los otros equipos participantes fueron Paysandú, La Floresta y La Comercial. El reglamento estableció que un equipo debía ganar el torneo por tres veces antes de tomar posesión del mismo.
Luego, tuvo lugar un partido amistoso entre un equipo de básquetbol conformado por misioneros contra el Club Olimpia de Paysandú.

Posteriormente, se efectuó el Baile de Primavera en el hall del centro de reuniones local. Asistieron 400 personas, y la música fue rendida por una orquesta de la Misión llamada "Mormon Music Makers" bajo la dirección del Élder Richard G. Scott, y otra orquesta organizada por Freddy Cola de Paysandú. A su vez, hubo presentación de números especiales por una hermana misionera, bailarines de ballet y un trío instrumental con el presidente Shreeve, conocido por su talento musical, en los tambores.

Para finalizar, durante una parte espiritual, el Shreeve leyó palabras de la Primera Presidencia: "... la posesión más valiosa de una nación no son sus recursos naturales, sino sus hijos e hijas, en sus caracteres reposa el futuro de la nación (...) los ojos de la Iglesia están sobre la juventud de la Misión Uruguaya..."

Hubo varios discursos y testimonios, y culminó el presidente saludando a los presentes y expresando el siguiente consejo: "Atrévanse a vivir de acuerdo a las leyes que hoy han testificado amar".3


Cortesía de Douglas Díaz.



V Convención de Jóvenes: Visita del Apóstol Mark E. Petersen y Dedicación de capilla Deseret

En la revista de la Misión Uruguaya, El Deseret Oriental de enero 1955, entre las páginas 37 a la 41, se informa en cuanto a la V Convención de Jóvenes, y transcribimos los siguientes párrafos:

"Realmente, no podríamos haber pedido una mejor culminación para 1954 que la que hemos tenido. La V Convención de Jóvenes, Dedicación de la Capilla (Deseret), y visita del Apóstol Petersen y su esposa fueron un digno broche de oro para un año pleno de actividades extraordinarias."

"(...) esta Convención tan esperada ha colmado la medida de los sueños más optimistas y ha dejado en nuestras almas un algo inefable que nos alentará en los años por venir."

"El día 8 de diciembre, bajo un cielo tormentoso y una lluvia torrencial, se dio comienzo oficialmente a la V Convención..., con la registración en la capilla y el tan esperado picnic a la playa y Parque Nacional de Carrasco. Esa mañana, el frente de la capilla de Deseret presentó un espectáculo inusitado para los que no conocen bien a los miembros de nuestra Iglesia: ómnibuses que llegaban de todas partes del país y que descargaban gente que era recibida entre gritos de alegría y abrazos y, lo que llamaba realmente la atención, toda una multitud subiendo a los camiones bajo la lluvia con la evidente intención de salir de picnic! Se esperó un rato a que escampara pero... la lluvia seguía. Y entonces se hizo algo tradicional entre nosotros: salir igual bajo la tormenta y confiar en que Dios nos depararía un día hermoso. Y así fue efectivamente. Cuando llegamos a Carrasco y bajamos de los camiones, las únicas gotas que caían eran las de los árboles mojados por la reciente lluvia. Con gratitud en nuestros corazones nos dispusimos a pasar un hermosísimo día de playa, que culminó con el Concurso de Oratoria que se llevó a cabo en medio del hermoso escenario natural del pinar del Parque Roosevelt..."


"A las 20:30 horas de ese mismo día, el escenario del salón de actos de Deseret se engalanó para una noche de teatro que fue magníficamente presentada bajo la dirección de Elder Christenson, ofreciéndose varios sketches y números cortos, y una obra de dos actos que contó con el aplauso caluroso del auditorio."

"El jueves 9 comenzó con una reunión de testimonios para todos los misioneros regulares... en la cual tuvieron el privilegio de escuchar las palabras inspiradas del Apóstol... Por la noche, el coro combinado de la Misión, el coro del Distrito Capital y varios solistas, dúos y cuarteto, presentaron un festival de música realmente sobresaliente, el cual estuvo bajo la dirección de Elder William R. Lambert (...) Luego del concierto se realizó un partido de basquetbol entre los equipos de las Ramas de Rocha y Deseret, triunfando el último..."

"La noche del viernes 10, el salón de recreo y los jardines de la capilla de Deseret ofrecían un espectáculo inusitado. Los cientos de personas que asistieron al gran baile de Oro y Verde, quedaron asombrados al entrar al salón (...) Con una hermosa ceremonia, la Hna. Nélida Cuadra, de Durazno, fue coronada por el Apóstol Petersen para reinar sobre la Mutual durante el año 1955. Luego, un grupo de señoritas presentó un número de baile en honor a la nueva reina."

"El sábado 11 (...) En las primeras horas de la tarde el Apóstol Petersen colocó la piedra angular de la nueva capilla de Rodó durante una emotiva ceremonia (...) Más tarde las Damitas y Abejeras de la Misión presentaron un buen programa (...) que tuvo lugar en los jardines de la capilla, terminó con una hermosa ceremonia de la plantación de un rosal simbólico."

"A las 18:00 horas se realizó una reunión especial para entregar los diversos premios ganados durante el año y durante las actividades de la Convención. El Scout Eduardo Norat recibió a insignia de tercera clase."

Luego se entregaron más reconocimientos, distinciones y certificados a varios jóvenes y jovencitas por parte del Elder Petersen, y trofeos a los ganadores del Concurso de Oratoria y de las competiciones deportivas.


 

El informe continúa: 

"Terminada esta ceremonia, se procedió a la inauguración del Primer Salón Mormón de Pintura y Escultura contando con la presencia de varios de los artistas expositores." 

Luego de visitar el salón de exposición, hubo dos reuniones simultáneas, dado que los hombres se reunieron en la capilla de Deseret (aún sin Dedicar) y las mujeres en el salón de recreo de la misma. El Elder Petersen dirigió la palabra a los hombres y su esposa a las mujeres que asistieron.

"El domingo 12... la capilla... rebosante de personas ansiosas de expresar su testimonio y de escuchar el mensaje del Apóstol (...) La Sesión de la Dedicación, a la cual asistieron más de 750 personas... fue algo que no se borrará jamás de los corazones de los que estuvieron presente (...) el momento realmente culminante fue cuando todos inclinamos nuestras cabezas para unirnos a la oración dedicatoria ofrecida por el Apóstol Mark E. Petersen. Los que hemos tenido el privilegio de seguir paso a paso las alternativas de la construcción de este maravilloso edificio, y aún aquellos que se han visto obligados a seguirlas de lejos, sentimos profundamente el significado de ese momento y las palabras de esta oración quedarán grabadas en nuestros corazones por muchos años."4

Por Santiago Carbajal

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1. Ballard, Melvin J., Oración Dedicatoria de Sudamérica en Improvement Era, Tomo 24, abril 1926, pp. 575 - 577.
2. El Mensajero Deseret, febrero 1949, pp. 4 y 5.
3. El Mensajero Deseret, febrero 1953.
4. El Deseret Oriental, enero 1955, pp. 37 - 41

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